El bien común
debería de ser la meta a seguir por cualquier ciudadano de este mundo. Pero hay
quien desprecia el triunfo del sensato hacer, argumentando leyes, detalles
carentes de lógica y transparencia y normas absurdas para ocultar sus ansias
de poder, el rencor y la ambición. En esta comunidad sabemos bien lo que es
encontrar piedras inútiles en el camino de la construcción de un pueblo mejor.
El otro día,
jueves, en el ayuntamiento, todos saltaban de alegría. Bueno, todos no.
Algunos, encerrados en su recalcitrante forma de ver la vida y en su esperanza
de derrocar lo construido, callaban ante la dicha de que por fin nuestros
chavales y chavalas iban a tener su instituto. Su CEIPSO San Sebastian de El
Boalo. Por fín había llegado al ayuntamiento la solicitud de licencia de obras para acometer el proyecto que llevaba aprobado desde mayo del pasado año. Solicitud que se aprobó de inmediato desde el gobierno municipal.
Todo estaba atado. Nuestros representantes
municipales se habían reunido con el arquitecto jefe del proyecto para hablar
de los plazos, de datos técnicos y convocar una reunión con el Viceconsejero
para poner en marcha el calendario de escolarización.
Una hora más tarde un mensajero comunica que se
desistía de la licencia concedida con un escueto mensaje sin apenas aclaración ninguna.
Toda la mañana del pasado viernes se estuvo esperando comunicar con el
Viceconsejero de Organización Educativa y con el Director General de
infraestructuras sin conseguir ni una respuesta, obviando todas las llamadas y reclamando además la devolución de la documentación presentada para la licencia, para que no quedaran huellas de lo deshecho.
Al final el Arquitecto jefe del proyecto, les
recibe argumentándoles que no hay ningún fundamento de peso, ni documentado que
pueda justificar la decisión de tal paralización, creándose un precedente de
tal hecho, pero, les dice que ha recibido una llamada del jefe de servicio
indicando que se detiene el proceso por un posible reparo en el proyecto. Otras construcciones se había aprobado además
de la ampliación del CEIPSO, sin sufrir ningún contratiempo, lo que me hace
pensar...y mal, muy mal, pues todos conocemos el no destructivo de los que solo
saben sembrar sal y de los que solo trabajan para ponerse medallas, porque a ellos...los de siempre, los que
solucionan sus contratiempos a golpe de llamadas, el pueblo les importa solo en
la medida en que puedan sacar algún beneficio de cualquier proyecto.
He estado hablando con familias que todavía
estaban celebrando la noticia de que sus niños pudieran continuar en el mismo
recinto educativo, en el mismo sistema y con la misma filosofía de aprendizaje
y participación. No entienden ni el qué, ni el porqué y solo esperan que el
lunes a la 13 horas, nuestros representantes se reúnan con los responsables
políticos de esta última decisión, en la Viceconsejería y que les den una
respuesta humana, no llena de formulismos y paralizaciones. Porque los hijos
son lo que más importa...y aquí no hay discusión...solo lucha.