Hemos pasado largo tiempo de negociaciones con los miembros de IU-AC, Equo y, en ocasiones, con Podemos como invitados. Hemos trabajado mucho en muchas líneas de debate de ideas, de programa e intenciones, pero finalmente algunas diferencias se han mostrado insalvables para formar una coalición preelectoral.
Sin embargo no debemos considerarlo un fracaso, ha sido un rico debate que nos permite conocernos y comprendernos mejor aunque no haya dado como resultado una fusión de grupos. IU-AC pretende refundarse en un espacio junto a otras formaciones, mientras que en Soy Vecino entendemos que nuestra identidad como grupo vecinal no debe diluirse. Debemos afianzar los logros y la experiencia obtenida en estos años, consolidar el espacio político y esa forma de política nueva a la que hemos dado impulso en este viaje del cuatripartito.
Hemos demostrado que se puede gobernar en una renovada democracia donde el acuerdo y el consenso y no la mayoría absoluta ha sido el músculo que nos ha fortalecido.
Después de esta larga negociación no estamos más lejos que antes, sino que nos comprendemos mejor, respetando las formas de pensar de los otros grupos. Simplemente entendemos que Soy Vecino sigue teniendo un papel que cumplir como grupo independiente y la forma de coalición que se barajaba no nos garantizaba un espacio suficiente para mantener esa característica. En las próximas elecciones municipales los electores concederán a cada partido sus espacios y en ellos trabajaremos con la máxima ilusión.
Hemos comprobado que después de esta legislatura en la que hemos sido coprotagonistas y en buena parte imprescindible argamasa, las opciones políticas del municipio se han hecho más maduras, han crecido y eso es bueno para el pueblo. Soy Vecino también ha evolucionado, crecido en experiencia y compromiso y, sin duda compartimos con otros un objetivo común, no volver atrás en la vida de este municipio. Afortunadamente ya sabemos trabajar junto a otros para lograr este objetivo.
