La oposición de este Ayuntamiento, sin conexión eficaz entre sus filas durante esta legislatura por inexperiencia y por partidaria disciplina, aunó en esta ocasión sus fuerzas y zarandeó tibiamente el cohecho, en cuyas ramas la nidada piaba sus infames argumentos para decir NO a la Comisión solicitada para investigar si las cuentas de este Ayuntamiento están claras, porque en la superficie discurren turbias y enmarañadas.
La oposición, decía, se afanó por momentos en el zarandeo, razonó con denuedo el derecho de los vecinos a conocer cómo se gastan sus dineros, y aguantó con frustración la soberbia y la insidia que anidan en este erial parlamentario que es nuestro Ayuntamiento, donde los que mandan, sólo mandan, como si eso les vacunase de sus carencias en el cargo.
Los tres grupos políticos que forman la oposición, y en los que recae la obligación de controlar las actuaciones del grupo de gobierno, volvieron a darse contra el muro de la negación. Porque es la soberbia y la ignorancia las que dominan el manejo de nuestros predios y de nuestras arcas, revoloteando sobre el fango y a sus anchas.
Asustados quedaron, no obstante, los polluelos pululantes bajo el manto del cohecho, cuyas ramas ya no aguantan el peso de sus miserias parlamentarias. Vientos de transparencia y el afanoso zarandeo les tambalea el nido que, de manera impropia, pudre sus cimientos fabricados con ruindad y arrogancia.
Oh, vecinos de El Boalo, Cerceda y Mataelpino,
!qué pecado habéis cometido para que el malgobierno sea vuestro sino!
!qué pecado habéis cometido para que el malgobierno sea vuestro sino!
¡Clamad para cambiar vuestro destino!
¡Desterrad de vuestra casa al regidor mezquino!
No hay comentarios:
Publicar un comentario