jueves, 30 de octubre de 2014

EL NO DESTRUCTIVO





El rencor es una fuerza tonta y destructiva, que no vale para nada, es un terreno árido en el que no se construye, en el que no se fomenta. El rencor deshace proyectos, oculta verdades y solo deja miedo. Ayer en el pleno del ayuntamiento ganó el rencor, la oposición al bien común, a la lógica y al buena hacer. El no, como respuesta a la cordura de construir cosas por esta comunidad. Abrazando la disculpa de ilegalidad, como parapeto a la legalidad de lo razonable. Una modificación de un crédito necesario para que la empresa del hacer buenas cosas, no se hagan realidad. Así es fácil abanderar que no se hace, cuando no se deja hacer. Así funcionan los que anteponen sus perdidos sentimientos al bien de un pueblo.

1 comentario:

José Mª Martín dijo...

Es más facil destruir que construir. Es más sencillo sentarse a observar, incluso compulsivamente, y encontrar los fallos en los demás, sin ser capaz de reconocer los propios, que construir algo en beneficio de los demás. Parapetarse tras el velo de la legalidad, actuando con raseros diferentes para los demás que para uno mismo. El rencor y la incapacidad para anteponer el beneficio colectivo al propio es lo que lleva a estos concejales de la oposición a votar contra los vecinxs. No convencerán. A nadie.